CAP. 1 – todo empieza por amor

Esta historia no comenzó contigo… pero tú eres la razón por la que quiero contarla.

Mientras escribo esto, por fin puedo decir que ha empezado nuestra vida digital. Ya es oficial.

Qué bien se siente haberme quitado ese peso de encima.

Y es que, en realidad, todo es empezar.

No hay nada más bonito que aprender a amar lo imperfecto.

Eso es algo que he entendido últimamente.

Nos perdemos siempre en los detalles: los grandes, los pequeños y hasta los más insignificantes.

Y mientras tanto, la vida sigue su curso… no se detiene ni un segundo.

Antes de contarte sobre nuestro día a día, quiero hacer una pequeña introducción para ti, y también para quienes quieran acompañarnos en este formato.

Empiezo por presentarte al pilar y la persona más importante de este núcleo familiar: TU MADRE.

¿Qué decirte de tu madre…? Si la conozco desde que éramos adolescentes.

Es esa persona que da luz y sentido. Claridad y comprensión. Amor y paz.

Para que me entiendas: ella es I N C O N D I C I O N A L.

Tiene una forma de ser muy suya que la hace única.

Tiene ese carácter tan propio de su signo, que con el tiempo se ha vuelto parte esencial de su personalidad.

Tiene unas ganas de salir adelante que te empujan a ser mejor cada día.

Tiene —o bueno, tenía— la sonrisa más bonita del mundo… hasta que conocí la tuya.

Tiene la palabra justa en el momento preciso.

Tiene ese abrazo que reconforta, que te llena de amor y te devuelve la vida.

Tiene esos consejos que, si los escuchas bien, siempre llevan razón.

Tiene fuego. Tiene coraje. Tiene esa valentía que la hace determinante.

Tiene una seguridad en sí misma que solo se apaga en sus días más grises.

Tiene una sonrisa contagiosa que ilumina.

Tiene unos ojos tan expresivos como hermosos… y que has heredado.

Tiene el tamaño justo… porque si no, nos aplastaría la cabeza jajaja.

Y tiene —y te dará mucho de eso— el amor más puro y sano que puedas imaginar.

Me podría pasar todo el libro escribiéndote los “tiene” de tu madre. Pero ya los irás descubriendo tú misma con el tiempo.

Te darás cuenta, aunque ella no siempre lo crea, de que TENEMOS UN DIAMANTE.

No sabes lo orgulloso que me siento de ella. Y sí, me quedo corto con esta lista interminable.

Antes de hablarte de mí —que aunque menos, todavía me cuesta— quiero presentarte a más miembros de esta familia: NUESTRAS MASCOTAS.

Sin ellas, este hogar no sería lo mismo.

Y te aviso: las verás por todas partes.

Siempre hemos dicho que esto parece un mini-zoológico… y quizá lo parezca.

Pero no sabes lo reconfortante que es tenerlas cerca. (Lo difícil es quitártelas de encima jajaja.)

Llenan la casa con su sola presencia. Le dan vida.

Tenemos tres perras: Ninna, Noah y Mia

Una gata: Dolores (la mítica Lola)

Y un conejo loco: Bunny

Ya todos se están haciendo mayores, y con total certeza, no podrás disfrutarlos como lo hicimos mamá y yo. Pero aún así, serán parte de tu historia.

Ninna es la guardiana. La mayor de todas. Es la definición perfecta de “perro ladrador, poco mordedor”. Mientras se siente protegida, ladra como si no hubiera un mañana. Pero en cuanto le sueltas la correa… ni mu. Jaja.

Mia es puro desparpajo. Nervio, energía, ganas de jugar, de salir, de hacer más.

Aunque necesita límites, porque si no, se jugaría la vida sin darse cuenta.

Noah… Noah es mi gran descubrimiento. Es el presente, la alegría hecha perra. Es el punto de unión entre todas: las perras, Lola, Bunny.

Me atrevo a decir que todos acuden a ella porque en ella sienten hogar.

Lola, la gata. Indomable como nadie. Es un espíritu libre. No le teme a nada y ama su espacio.

Nos tocó vivir su etapa rebelde, pero tú la conocerás mayor. Y está más cariñosa que nunca.

Y por último, Bunny.

Este conejo jura que mide dos metros. Es el único macho de la casa, y cree que puede con el mundo… pero todo eso está bastante lejos de la realidad. 😅

Y ahora… YO.

Nunca se me ha dado bien definirme. Pero ahora entiendo por qué: no tenía claro quién era. Temía describirme mal. Pero hoy, después de un largo camino de autoconocimiento, y de cultivar unos cuantos valores, puedo decir con certeza —como dijo Darth Vader: “YO SOY… TU PADRE.” 😄

Sé que esperabas más de mi presentación, pero créeme.. me irás conociendo a lo largo de este libro. Porque…

¡Empiezo desde cero!